La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha establecido recientemente el concepto de «Fatiga Pandémica», para nombrar a la reacción psicofísica producto de largas medidas y restricciones debido a la Pandemia por Covid-19 que estamos transitado desde el 2020.
A veces, entender medianamente lo que nos ocurre, darle un nombre, saber que también le pasa a otr@s; puede ayudar en alguna medida a no sentirnos inadecuad@s o sol@s, y dar un paso hacia un abordaje más amable y concreto.
Algunos síntomas que se presentan son:
-cansancio físico o mental.
-Agobio con la rutina que ha implicado la pandemia. Que limita y estructura bastante determinados hábitos cotidianos.
– Desesperanza o percepción de un futuro incierto. Ansiedad, sentimientos de soledad y Miedo.
– Rabia, Tristeza, impotencia frente a la impredecibilidad, frustración, problemas en el sueño, cambios en la alimentación, rebeldía, etc.
Como todas las personas somos distintas, cada quien puede manifestar variaciones, tanto en los síntomas como en las intensidades de éstos. Por eso, chequearnos internamente a diario, podría ser una buena medida para acompañarnos de acuerdo con lo que cada un@ necesite.
Es importante recordar que siempre podemos elegir además de, acoger con comprensión nuestros síntomas (físicos, emocionales y mentales), dar un significado más trascendental a los tiempos de incomodidad o crisis. Puede servir para lo anterior, por ejemplo, preguntarse ¿Qué recursos estoy conociendo de mi en esta Pandemia, en esta segunda ola? ¿Qué puedo estar aprendiendo o desarrollando detrás de lo que me hace reaccionar?, etc.
🍁Algunas sugerencias generales que pueden ayudar a llevar mejor la fatiga pandémica:
– Tomarse un tiempo durante el día para realizar respiraciones profundas y lentas.
– Procurar espacios de tiempo para estar presente. Ayuda a ello, tomar conciencia de los sentidos a lo largo del día (Ej contemplar un árbol, saborear la comida, darse un breve automasaje donde percibas un dolor, sentir el agua en la piel al bañarse, tomar consciencia de los aromas, escuchar sonidos relajantes, etc.)
– Poner límite en el tiempo de exposición a las noticias, mas aún las violentas y desesperanzadoras.
– Permitirse conectar con las emociones, darles lugar. Si las evitas tienden a aparecer tarde o temprano, con más fuerza. Las emociones sólo nos indican lo que nos sucede honestamente. Cuando las comprendemos, podemos darles una vía de expresión saludable, y tomar decisiones más claras en nuestra vida. Haz ejercicio, Canta, baila, pinta, escribe, el arte es una hermosa fuente de expresión emocional. Ninguna emoción es «mala» o inadecuada.
-Cada cierto tiempo escucha tus pensamientos. Si son muy negativos o catastróficos puedes ayudarles a abrirse a más amplias posibilidades sin juzgarlos.
– Compartir con seres querid@s tus sentimientos y momentos creativos.
Si no puedes sol@ con todo esto, porque los síntomas son muy intensos, considera buscar ayuda terapéutica. Muchas personas en estos tiempos, están dando saltos importantes en su desarrollo personal, podrías ser tú.
Mónica Paz Guerra Luna. Ps. Clínica de Adultos. Terapeuta Integrativa